Alrededor del 41% de los trabajadores en España está sufriendo en estos momentos o sufrirá en los próximos días el denominado síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el verano.
Según un informe de la empresa Lee Hecht Harrison, dedicada a recursos humanos, una parte del 59% restante que no sufrirá síndrome postvacacional, sí experimentará fatiga y estrés vinculados a la inadaptación al trabajo.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional, se puede definir como el estado que se produce en el trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones y de ocio con la vuelta a la vida activa, produciendo molestias que nos hacen responder a nuestras actividades rutinarias con un menor rendimiento.
Este síndrome hace referencia a un estado de malestar genérico, con síntomas tanto psíquicos como físicos, afectando principalmente a personas jóvenes, menores de 45 años.
También estos síntomas pueden aparecer en niños ocasionados por la vuelta al colegio, después de las largas vacaciones de verano, aunque en ellos es menos frecuente sobre todo si el niño se encuentra a gusto en el colegio.
Suele ser más frecuente en los casos de que la persona esté siendo víctima de acoso ya sea escolar (bullying) o laboral (mobbing)
¿Quiénes son los más propensos a sufrir el síndrome postvacacional?
Este síndrome es característico de los países en los que es habitual que los trabajadores disfruten de largos periodos vacacionales como España, donde el grueso del descanso anual se concentra en los meses de verano.
Los más propensos a padecer este síndrome son aquellos trabajadores que tienen menor tolerancia a la frustración, los que menor capacidad de adaptarse tienen, los que disfrutan de unas largas vacaciones y los que vuelven a un entorno laboral hostil.
En cuanto a la duración, los casos más leves reflejan dificultades durante dos o tres días, aunque es habitual que los síntomas se alarguen hasta las dos semanas.
¿Cómo prevenir el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional se puede prevenir en la mayoría de los casos retomando el horario de sueño habitual unos días antes, no volviendo del lugar de vacaciones el día anterior al comienzo del trabajo o dividiendo los días de vacaciones para no acumular largos períodos vacacionales.
Es conveniente desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con el trabajo para que no sea tan brusco el cambio y tomarse tiempo para arrancar y volver a coger el ritmo que se tenía antes de vacaciones.
Una actitud optimista y positiva ayudará también a superar este periodo de adaptación de una forma más rápida y llevadera.
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